Arrugas de expresión

La
toxina botulínica se utiliza para la eliminación de las
arrugas de expresión (arrugas dinámicas) en zonas de especial importancia e intensidad como frente, entrecejo y patas de gallo, relajando la acción de los músculos que las provocan y que dan dureza, imagen de mal carácter, sensación de vejez, etc. Con una simple infiltración de una pequeña cantidad de esta sustancia, se remedia.
Es una técnica rápida y sencilla, que se puede hacer sobre la marcha y que no incapacita la actividad diaria. Sólo debe observar algunos consejos como:
- No masajear, restregar o presionar las zonas tratadas. No apoyar la cara sobre alguna superficie, dura o blanda (almohada, cama, cojín, etc), al menos durante las primeras cinco horas.
- Movilizar y gesticular, especialmente las zonas tratadas, durante una hora, para permitir mejor la fijación de la toxina en el músculo tratado.
Hoy en día, lejos de los primeros tratamientos que conseguían rostros inexpresivos e inmóviles, se persigue más la naturalidad. Por lo que nuestras técnicas han evolucionado y adaptado a las tendencias y el conocimiento de la mímica facial.
A largo plazo tiene un claro efecto de rejuvenecimiento, siendo hoy en día uno de los tratamientos más utilizados en Medicina Estética.
En nuestra Clínica, antes del tratamiento, realizo un estudio de la mímica facial y, generalmente, combino varias técnicas de aplicación (brasileña, japonesa, americana,...) para conseguir la máxima naturalidad y eficacia, pero siempre adaptándo el tratamiento a las peculiaridades y necesidades personales del paciente.
La
toxina botulínica también se utiliza para el tratamiento de la
sudoración excesiva de distintas zonas del cuerpo, fundamentalmente las axilas, las palmas de las manos, las plantas de los pies, el escote y la zona intermamaria de las mujeres.
entrecejo, frente, patas de gallo