Revitalización cutánea
La piel envejece influenciada tanto por el paso del tiempo como por la acción directa de agentes externos como el sol, el frío, la contaminación, el tabaco y otros con efecto oxidante. Todos ellos producen una alta cantidad de radicales libres que agreden a las distintas células provocando su destrucción y muerte. Por tanto se hace imprescindible la neutralización de estos radicales libres y el aporte de elementos y sustancias que nutran y den soporte a la matriz intercelular y estimulen todos los mecanismos de formación de colágeno y el metabolismo celular.
La mesoterapia facial, utilizada desde hace muchos años, y recuperada recientemente, gracias a la aparición de nuevos productos enriquecidos y ácidos hialurónicos no reticulados, sintéticos y biotecnológicos, ocupa uno de los lugares más destacados dentro del arsenal de vanguardia de la Medicina Estética actual. Algunos médicos (Dr. Champs) se han dado a conocer especialmente por ella.
Mediante infiltraciones muy superficiales de ácido hialurónico no reticulado, vitaminas, aminoácidos, antioxidantes, oligoelementos, polinucleótidos, reafirmantes, etc., se provoca una hidratación profunda (mayor elasticidad y turgencia), una revitalización con aumento significativo del tono de la piel y una intensa acción contra los radicales libres, de acción antienvejecimiento. Este efecto viene potenciado por la asociación de vitaminas, oligoelementos y otras sustancias nutritivas y tensoras que multiplican los resultados. También se puede asociar a toxina botulínica ofreciendo unos resultados espectaculares.
Se realizan en sesiones y existen tres programas para distintos tipos de piel, edades y situaciones. Este tratamiento se utiliza conjuntamente con otras técnicas, dentro de un programa global de rejuvenecimiento facial.
Los tratamientos se planifican con una primera parte de choque, donde se suelen dar tres o cuatro sesiones más seguidas (cada quince días) y posteriormente se pasa a una fase de mantenimiento cada dos o tres meses.
Se suele combinar con peeling, dermoabrasion con puntas de diamante, radiofrecuencia, drenajes linfáticos manuales, mascarillas tensoras, descongestivas o relajantes, etc.
Se consigue frenar los efectos del paso del tiempo y sentir el rostro terso, luminoso y firme. También se tratan el cuello, escote y dorso de manos.
cara, cuello, escote, dorso de manos, brazos, cuero cabelludo