Suba y baje escaleras a diario. Si no está acostumbrado/a, comience por dos o tres pisos y no aumente la intensidad hasta que no domine el esfuerzo y las haga sin cansarse. No es bueno sobreesforzarse ya que podría lesionar sus rodillas.

Es importante que ésta, como cualquier otra adaptación al ejercicio físico o entrenamiento, se haga de forma gradual. Comience por los pisos de su casa, trabajo, edificio o lugar donde crea y pueda. Suba un piso más, sólo en el caso de haber dominado los anteriores, no se canse excesivamente y no le duelan las rodillas.

Es muy importante que antes de someterse al ejercicio físico, caliente y aumente la temperatura de su cuerpo y músculos y active su sistema circulatorio, para no sufrir calambres, tirones, desgarros, sobrecargas y demás indeseables lesiones que le apartarían del programa de entrenamiento. Por tanto, puede empezar caminando antes, unos 5 ó 10 minutos a paso ligero.

De no poder hacerlo a diario, hágalo, al menos, dos o tres veces por semana.

En toda práctica físico-deportiva es muy importante entender que es necesario un tiempo mínimo de trabajo y una intensidad adecuada, para que el resultado sea óptimo. Cuando esté subiendo y bajando escaleras, hágalo sin parar, sin distracciones, hasta conseguir el objetivo propuesto.

Siga su entrenamiento gradual hasta que consiga subir el equivalente a 20 pisos o 500 escalones. ¡Ya verá el resultado!.