"Tabaco, Sol y piel: MALOS ALIADOS" (octubre 2016)
Por eso, exponerse al sol en verano puede empeorar de manera considerable el aspecto de la piel, especialmente en el caso de los fumadores.
“Poca gente es consciente de los problemas estéticos que supone tanto el consumo de tabaco activo como el sufrimiento pasivo del humo del tabaco”, señala Petra Vega, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Estética. Y añade “por todos es conocido que fumar ocasiona importantes daños a los órganos internos, pero también es importante destacar los perjudiciales efectos del tabaquismo sobre el aspecto de la piel, el olor corporal, la circulación, o la boca, que han sido ampliamente documentados en diversos estudios científicos”.
Cada calada contiene alrededor de dos billones de radicales libres responsables del proceso continuo de oxidación y envejecimiento prematuro. Fumar provoca la disminución de la circulación sanguíneaen todos los tejidos, influyendo negativamente en la elasticidad y aspecto de la piel, este desgaste hace más visibles los músculos faciales por la erosión de su envoltorio, en la aparición de marcas de expresión, especialmente alrededor de la boca. Además, las arrugas ganan en profundidad, la piel presenta una mayor sequedad, los poros se dilatan, aparecen quistes de millium, manchas en la dermis y la piel tiene una menor capacidad de recuperación ante quemaduras solares.
Además este envejecimiento de la piel se ve acelerado con la exposición al sol.
(Artículo publicado en la revista de la SEME nº 48-2016. Fuente: buenoparalasalud.com)